Hace unos días, pude tener el gozo de disfrutar de una
conferencia acerca del funcionamiento de centros unitarios o también
denominados rurales que hay en Canarias. Concretamente, en esta charla,
impartida por Mª del Valle Ramos el pasado 21 de Marzo, se nos informó de una escuela localizada en La Esperanza, seguida por la necesidad que urge orientarnos sobre ella, ya que está
próxima a su clausura. Hablo del CEIP Lomo Pelado, perteneciente a un núcleo poblacional constituido por alrededor de 500 habitantes, localizado en el municipio del Rosario en Tenerife.
El colegio consta de un total de 16 alumnos,
divididos en dos aulas, por un lado la de infantil y primer ciclo de Primaria y
por otro el segundo y tercer ciclo del mismo, por lo que hay gran variedad de
edades en cada aula, pero no suponen un gran problema gracias a la buena
organización que posee. Para poder impartir docencia en un centro de este tipo,
es necesario adaptarse a la realidad del curso y del niño/a. Respecto a la
organización del mismo, el día comienza con una asamblea durante la mañana, la
cual tiene una duración de 15 minutos. Es en ésta donde se plantean normas y
pautas de trabajo a llevar a cabo durante el día, mientras tanto los niños más
grande organización su propio tiempo de trabajo. Las jornadas suelen ser
creativas y tranquilas, pero como gran parte de los centros, el proceso del día
dependerá del estado de ánimo de los niños/as. Respecto al profesorado, hay una
serie de especialistas que comparten docencia con otros dos o tres centros. La
función de ellos, es gestionar y mediar en el aprovechamiento de actividades,
sirviendo de guía para el alumnado.
El trabajo en equipo es importante, necesario y predominante, ya que
favorece el espíritu de la reforma, la cooperación y trabajo en equipo, la
solidaridad, etc. Por lo tanto, se asigna especial importancia a la educación
en valores y a las competencias básicas de evaluación, concretamente las de
“aprender a aprender” y la “social y ciudadana”.
Es una pena que se plantee el cierre de un centro con estas
características, ya que aporta un enriquecimiento y aprendizaje especial a los
alumnos, probablemente muy diferente al que niños de otros centros pueden
recibir. Hay que analizar que es una escuela que lleva muchos años abierta, por
la cual han acudido muchos niños que han continuado su proceso de aprendizaje
en los Institutos de Educación Obligatoria.
Bajo mi punto de vista, se debería pensar no en la clausura del centro,
sino por el contrario en la ayuda, el asesoramiento y el apoyo especial tanto a
este centro como a otros con las mismas condiciones. Tenemos que saber que son colegios
en los cuales los profesores adquieren un papel constituido por una destacada
valoración bien merecida, tan solo por el hecho de lo complejo que puede llegar
a ser trabajar en un aula con estas características y aún así sintiéndose muy
orgullosos de realizar la labor que hacen y motivados a seguir con luchando
para que el centro pueda seguir adelante. A esto se incluye nuevamente los
argumentos del buen clima y ambiente familiar, y los aspectos positivos del
trabajo en equipo, característica predominante en este tipo de escuela.
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