Bienveni@s a "Hablemos de Educación". Ante todo agradecerles su visita. Este blog, ha sido creado para una práctica de la asignatura de Tecnología Educativa, perteneciente a la carrera de Grado en Pedagogía de la Universidad de La Laguna, donde se destaca el uso, función y progreso de las TIC en la educación.

martes, 9 de abril de 2013

La selección de contenidos curriculares, un punto fundamental en la didáctica actual.


Cada vez que un problema sacude nuestra sociedad, los medios de comunicación se encargan de analizarlos, difundirlos y fomentar el debate social, y la mayoría de las veces siempre acaba escuchándose que la solución al problema pasaría por una intervención desde la escuela. Si el problema es de violencia de género...pues se debe educar desde la escuela, si el problema es de una población obesa... pues se debe actuar desde la escuela, si los problemas son medioambientales, de reciclaje, alcoholismo, drogadicción, sexo...pues siempre habrá alguien que mencione que esos problemas deben prevenirse desde la escuela.  


Pero, ¿Quién decide la selección de contenidos curriculares?, ¿Con qué criterios se seleccionan dichos contenidos? Basándome en la ideología de varios autores trataré de explicar cómo es, y cómo debería ser la selección del contenido curricular.  

Para continuar, debemos saber antes que el contenido, es la base a través de la cual las actividades de aprendizaje están unidas entre sí. Toda tarea didáctica tiene un contenido y un aspecto formal, el trabajo u operación que se realiza sobre o con ese contenido. Para poder determinar cuáles son los contenidos, se debe depender de la naturaleza propia del proyecto y del marco de experiencias que existan sobre él. Todo esto está situado en primera instancia sobre un Programa Oficial, formado por los contenidos mínimos establecidos.

En todo caso, cuando se introduce una nueva temática, esta debe ser sugestiva y de interés común, formada en base a necesidades especiales, pero antes para que esta nueva temática pueda introducirse oficialmente, debe pasar por una fase de preparación, la cual sigue una serie de criterios como el de representatividad, especificidad, significación epistemológica, psicológico, sociológico, pedagógico, durabilidad, consenso, ejemplaridad y transferibilidad.

Me gustaría destacar la enseñanza de las humanidades, puesto que se basa en la cultura, la cual bajo mi punto de vista, debe estar presente en el contenido curricular de cualquier modo, ya que vivimos en un mundo globalizado y con cada vez más diversidad cultural, por lo que es interesante que los estudiantes aprendan y reciban continuo conocimiento sobre otra culturas, ya sean próximas o lejanas a la suya.

Dentro de la selección del contenido curricular, debería haber entonces, no sólo contenido relacionado con la cultura general de otros países, sino también sobre el de los propios alumnos y su entorno próximo, por ejemplo, bajo mi propia experiencia, en Canarias, o al menos en los centros en los que estudié, la formación que nos daban sobre cultura y tradición típica Canaria era mínima y claro está, que si esto ocurre en cada centro, es obvio plantearse que no es lógico educar en otras culturas sin siquiera conocer la propia. Pero fuere lo que fuese, la selección del contenido debe girar en torno a la cultura, o en un ámbito más general en las humanidades. Como dijo Bruner, “ello le lleva a definir la cultura como “caja de herramientas” para entender y manejar el mundo”.
Entendido esto, podemos comenzar a plantearnos qué asignaturas o materias podrían incluirse en la selección del contenido.

(Sartori 1998, San Martín, 1998) mencionan que “La atención debe prestarse, en este caso a otros soportes- plataformas- de información, entre los que destaca la televisión.”. Como ya sabemos, vivimos en una sociedad con exceso de información. Cada vez se hace más extraño ver a una familia que no posea algún medio, incluso me atrevo a decir que casi tan extraño como ver hogar sin ordenador e internet. Hoy en día se nos ha puesto en la palma de la mano la fácil y sencilla accesibilidad a distintos recursos tecnológicos con conexión a internet. La cuestión es la siguiente, ¿Se han preguntado la cantidad de información extra que se puede llegar a recibir en internet en comparación con una televisión? Ya no sólo por el hecho de que con tener acceso a Internet se puede llegar a ver la televisión o escuchar la radio, si no por la multitud de noticias que se publican diariamente en cualquier ámbito, la cantidad de periódicos digitales que van sumando, o el simple hecho de la existencia de redes sociales donde se promulga diariamente información y noticias sobre política, economía, sociedad, música, cultura como puede ser una muy cercana “Twitter” en la que famosos publican sus noticias propias ahí, haciéndolas saber antes incluso de que salgan en la televisión.
                Debido a este exceso de información, pienso que se debería añadir al contenido curricular, una asignatura donde se trabaje con el tratamiento de la información, no siendo suficiente su inclusión en las CCBB (Tratamiento de la Información y competencia Digital).

 Dicha asignatura no debería estar centrada solo en internet obviamente, sino también en los distintos medios de comunicación. Una asignatura donde se realicen debates sobre los distintos acontecimientos relevantes de la actualidad, donde se aprenda a comprender de la forma correcta un artículo publicado por ejemplo en un periódico, mejorando así mismo la comprensión lectora de los alumnos, donde se compare la misma noticia en periódicos distintos para llegar a distintas conclusiones que pueden llegar a ser tan diferentes etc. Es decir, formar a una futura sociedad de la forma correcta, que no se deje engañar, sea autónoma, coherente y que tenga personalidad y pensamientos o ideologías propias, como diría (Zabalza, 1995) “apostar por la consideración de las distintas claves para la autonomía personal y participación social”. 


Además de esta, podrían añadirse también asignaturas de formación básica sobre hábitos cotidianos del hogar. Puede que parezca una necedad, pero quizás esto ayudaría a favorecer la igualdad de género, dejando a un lado roles que generalmente parecen estar preestablecidos al hombre o la mujer. De esta manera, la asignatura consistiría en educar a los alumnos para que realicen un intercambio de actividades. A esto se incluirían no únicamente las actividades cotidianas, si no otras más razonables como el hecho de saber rellenar la solicitud de la renta por ejemplo, para no tener que acudir a un especialista para que nos la rellene, sin saber muchas veces si lo que éste está cumplimentando es de fiar o no, o simplemente, si desea que un especialista la realice, que puedan llegar a tener un conocimiento básico para saber interpretarla.
 
Así mismo, siguiendo ceñidos a una marcada limitación hacia ciertos cursos o niveles en concreto, se podría añadir también a la selección del contenido asignaturas relacionadas con intereses sociales relativos, como puede ser la economía, la política actual o los derechos de los ciudadanos. Ya que en la actualidad, son muchos los jóvenes que como dije antes, no tienen una idea clara sobre estas teorías, simplemente se dejan llevar por sus influencias, caso que puede llegar a verse como que no tienen ni voz ni voto propio, debido a la manipulación que sufren. En el caso más extremo, conozco varios ejemplos de compañeros, mayores que yo, que no conocen siquiera quien es el alcalde de su pueblo o el presidente del Gobierno de Canarias, y doy por hecho, gracias a la lógica, de que saben quién era y quién es el presidente del Gobierno gracias a la crisis que tanto ha dado de hablar y tanto mérito ocupa en la actualidad. Sumo además un conocimiento básico sobre el derecho, concretamente saber cuáles son los derechos humanos del ciudadano, que es lo que nos pertenece y lo que no en cada situación. Saber defenderse por sí mismo y tener un escudo de defensa bien formado con argumentos propios. Como nuevamente planteaba (Zabalza, 1995), se debe apostar por el pluralismo que tiene relación con los derechos de la persona y de la infancia.


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