Bienveni@s a "Hablemos de Educación". Ante todo agradecerles su visita. Este blog, ha sido creado para una práctica de la asignatura de Tecnología Educativa, perteneciente a la carrera de Grado en Pedagogía de la Universidad de La Laguna, donde se destaca el uso, función y progreso de las TIC en la educación.

martes, 12 de marzo de 2013

"Claro, claro..."

¿Creen que en la escuela se le debería prestar más atención a lo que realmente quieren aprender los niños? ¿Se deberían tener en cuenta más sus intereses y en base a esto cambiar la metodología de forma que hagan las clases más atractivas y dinámicas? ¿Deberíamos plantearnos la educación desde un nuevo paradigma, que vaya más acorde con la situación actual que nos impera en la sociedad?

Observen la imagen que muestro a continuación.

Bajo mi punto de vista, pienso que en los centros se debe seguir un currículum, pero en ocasiones, la rutina conlleva al aburrimiento y por tanto a la desmotivación de los niños/as. Ocurre cuando la atención y el interés de éstos están dispersos. En este momento, debemos pararnos a observar qué es lo que realmente quieren hacer o aprender los alumnos/as, cuáles son sus intereses y cuál es la mejor forma de motivarlos, qué estrategias utilizar y cómo fomentar un aprendizaje  reflexivo, experimental e innovador. Todo esto basándose en un aspecto muy importante: Escuchar al alumnado.

No obstante, se podría aplicar el curriculum obligatorio de un curso o asignatura en concreto, de distinta forma, por ejemplo utilizando metáforas, ejemplos o dinámicas que cautiven la atención de los alumnos, así mismo, la clases resultarían más atractivas, causando motivación a la hora de asistir a la escuela y fomentando el aprendizaje práctico, pudiendo aplicarse, por ejemplo, a situaciones de la vida cotidiana y lo que realmente interesa, “preparar para la vida”.

3 comentarios:

  1. A mi modo de ver tenemos nuestra educación mal montada desde la base. Tal y como lo viví yo, en los colegios se empeñan en meterte toneladas de información - más o menos útil, eso dependerá del camino que tengas que andar en el futuro- y luego hacen que demuestres tus conocimientos jugándote en una hora lo que has aprendido durante meses.
    Y digo yo: ¿qué hay con aquello de hacer pensar al alumno?, ¿qué hay de intentar de enseñarles a sacar conclusiones por sí mismos?, ¿qué hay de enseñarles a resolver problemas - no dando sólo las respuestas,sino las herramientas para encontrarlas- ? y ya de paso ¿qué hay de lo que quiere el niño?. Porque algo pintará, digo yo.
    Yo creo que queda claro que hay que sentar una base, y hay que tener ciertos conocimientos obligados de lengua, matemáticas, historia, etc... pero también creo que debería llegar un momento en el que el educador pueda mirar al alumno y pueda ver en él sus aptitudes, algo en lo que esté cómodo, algo para lo que se sienta útil. De nada sirve tener a un "culo inquieto" durante horas sentado intentando aprender cosas que probablemente, nos guste o no, no utilizará o le servirá más bien de poco, consiguiendo asi su frustración y, de paso, también la del profesor.
    Posiblemente uno de los problemas de nuestra sociedad es que no dejamos -ni ayudamos- que nuestros niños encuentren lo que les gusta hacer o para lo que son buenos, y por eso luego tenemos unos adultos en trabajos que no quieren realizar, encerrados durante horas esperando sólo la hora de la salida, matando la pasión que se siente al realizar un trabajo que te gusta, al que le pones dedicación y cariño.
    Está claro que la vida no es en rosa y que aunque, en un utópico caso de que tuviéramos una super-educación, nunca se conseguirá que el 100% de niños primero, adolescentes luego y adultos más tarde estén satisfechos, pero bueno, que menos que intentarlo, ¿no?

    Muy bueno el blog Ale, suerte con el.

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  2. Basándome en lo aprendido sobre las escuelas unitarias y el apoyo que no se les da, opino igual que tú Ale, y es que las escuelas deben cambiar de pies a cabeza. Estamos habituados a un modelo de empresa concreto, a un continuo proceso estandarizado de metodología y acción, tomamos una postura sedentaria ante los cambios y avances que en pleno siglo XXI tenemos a nuestro alcance, y precisamos de un cambio efectivo, pero no necesariamente inmediato, YA. Es decir, si el mundo tal y como lo conocemos ha ido cambiando a lo largo de los siglos y generaciones, no es de extrañar, que en el ámbito educativo esto también ocurra, o deba ocurrir. Lo raro en este caso, sería lo contrario. Por tanto comparto tu opinión 100% y la de Adri. Por consiguiente, es lógico que en una sociedad en la que vivimos estemos constantemente enfrentados y expuestos a un conflicto de intereses a través de la pura competición, ya que la mayor parte de la población ha sido educada y formada desde sus inicios para progresar y superar obstáculos, y no para aprender, expresarse y mejorar como persona, y por ende, mejorar su trabajo.
    En el caso de los educadores y docentes, parto de la idea de que toda persona dedicada al ámbito de la educación, debe estar abierto y tener una postura receptiva ante posibles cambios, modificaciones y transformaciones de las metodologías y el currículum que desde siempre se nos ha ido imponiendo, y es hora de que entre todos construyamos una educación más efectiva, tomando referencia de la opinión de los alumnos y la experiencia del cuerpo docente.

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  3. Luis Ángel Blanco27 de marzo de 2013, 7:14

    Me gusta este artículo, Alejandro, y me gusta mucho la ilustración de Frato que acompaña el artículo. Tremendamente profundo y para reflexionar esta ilustración. El texto de referencia tiene mucho que ver con la motivación, uno de los pilares del aprendizaje por parte del alumno.
    Frecuentemente oímos quejarse al profesorado de la falta de motivación del alumnado.
    "- No se motivan con nada."
    "- La escuela no es atractiva, el mundo exterior tiene incentivos con los que no podemos competir."
    "- Intento motivarles, pero no lo consigo." Y así un largo etc.
    Parece que la clave del aprendizaje está en la motivación externa, en que el profesor debe realizar un esfuerzo enorme para conseguir motivar al alumnado, y yo creo que ahí está precisamente el error. No es necesaria una motivación "extrínseca", inducida por el profesor. La verdadera motivación que favorece el aprendizaje del alumnado ha de ser "intríseca". La imagen de Frato lo refleja claramente. El ser humano siempre está dispuesto a aprender, y tiene sus creencias sobre lo que quiere aprender, sobre lo que debe aprender y cómo y cuándo quiere aprender. Pero estas creencias no coinciden habitualmente con las creencias del Sistema Educativo, con unos currículos exhaustivos, desconectados de la realidad del discente y que por mucho que el profesor intente motivar (de forma extrínseca) consigue el efecto contrario, desmotivar (quitar la motivación intrínseca del propio aprendiz). David Merril habla de esto cuando explica uno de los cuatro principios fundamentales de la Instrucción basada en tareas, el principio de Activación, el aprendizaje que se activa al conectar con los conocimientos previos, con las experiencias propias y con la realidad del alumno, aportando significatividad y el "para qué" aprendemos.
    Potenciemos desde la escuela la motivación intrínseca, pues ésta va a ser una de las claves de la mejora de los resultados del alumnado.
    Enhorabuena por el blog. Es bueno en estos momentos en que tanto se habla de la "escuela del siglo XXI" reflexionar por los nuevos retos y roles del profesorado y del alumnado en la escuela.

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